Medialuna Editorial

El futuro del sector editorial en manos de la IA

En los últimos meses nos hemos visto bombardeados por información acerca de las novedades la Inteligencia Artificial (IA) y lo que parecía ciencia ficción se ha convertido en una herramienta más de trabajo para millones de personas. Muchos sectores se verán afectados por la influencia de la IA, pero ¿y el sector editorial?¿Cuál es el futuro del sector editorial? ¿Sera capaz la IA de sustituir a autores como García Márquez, Eduardo Mendoza o Alberto de la Fuente, editado recientemente por el sello de Medialuna? 

¿QUÉ ES LA IA? 

La Inteligencia Artificial (IA) es un sistema informático (tanto hardware como software) capaz de replicar tareas propias de los seres humanos. El avance más llamativo ha sido la aparición de ChatGPT, lanzado en 2022 por OpenAI. Un chatbot capaz de interactuar con los usuarios y generar contenido en respuesta a sus consultas no funciona solo como una base de datos, sino que es capaz de recolectar la información y organizarla de manera que el usuario pueda acceder a ella de una forma coherente, desde escribir un documento, investigar sobre un tema en particular, crear una rutina de entrenamiento o incluso organizar un viaje. Con este avance tan notorio, en el que la IA es capaz de reproducir en segundos tareas que a un humano le costaría día, nos preguntamos cuáles son los límites de esta nueva herramienta y sobre todo cómo puede afectar a los empleos a largo plazo. 

Un estudio realizado por profesores universitarios de Nueva York, Princeton y Pensilvania (‘¿Cómo afectarán los modelos de lenguaje como ChatGPT a las ocupaciones y a las industrias?) en el que se analiza el impacto de la IA en más de 800 profesiones ha determinado que los empleos con más riesgos de ser absorbidos por ella son los teleoperadores, abogados, psicólogos, comunicadores o editores de software entre otros. Esta lista no es definitiva y puede cambiar e incluso crecer. Lo que está claro es que nadie está a salvo frente a la IA. 

EL PELIGRO DE LA IA PARA LAS PROFESIONES CREATIVAS 

El sector editorial no se encuentra, de momento, entre los más afectados por la IA, Sin embargo, el pasado mes de agosto los medios de comunicación se hicieron eco de un suceso preocupante: la empresa Amazon había puesto a la venta una serie de libros supuestamente escritos por la autora Jane Friedman. Tras recibir un correo de un lector, Friedman emprendió su propia búsqueda en la web y rápidamente se dio cuenta de que, no solo esos libros no estaban escritos por ella, si no que había sido una herramienta de IA la que había producido las páginas.  

La propia autora en su web declara que «He estado escribiendo blogs desde 2009; gran parte de mi contenido está disponible públicamente para entrenar modelos de IA». Y es que esta inteligencia se basa en los propios textos de los autores para entrenar y perfeccionar su método de escritura, de manera que se puede adaptar al estilo de cada autor. El problema ha sido la falta de conocimiento y de permiso de las empresas de IA en utilizar textos que no les pertenecían. Esto ha dado lugar a que miles ellos se estén reuniendo y organizando para evitar que su trabajo se use para este propósito sin consentimiento ni crédito. A esta misma situación se enfrentan artistas visuales de todo el mundo, cuyas obras han sido empleadas, sin su permiso, para entrenar inteligencias artificiales generativas. 

LA IA COMO HERRAMIENTA PARA EL CREADOR DE CONTENIDO 

Reconocer patrones y alinear palabras según criterios aprendidos para emular la creación humana está hoy al alcance de las máquinas. Imaginar historias que resuenen emocionalmente con sus lectores, que alimenten esa necesidad tan arraigada en el ser humano desde sus orígenes, de conectar a través de las narraciones que creamos los unos para los otros definitivamente no lo está, y dudamos que en algún momento llegue a estarlo, por mucho que evolucione la tecnología.  

Esta inteligencia se encuentra en una fase muy primitiva y se espera que sus avances sean muy significativos y que de una manera u otra afecten al sector. De cualquier manera, en nuestra mano está contemplar la IA como una herramienta más de ayuda a la escritura, que nos sirva para conectar ideas, para inspirarnos o documentarnos. Que nos haga la tarea de escritura más sencilla, sin pretender sustituir el toque humano que radica en el corazón de cada obra creativa.  

Para poner a prueba esta visión, Medialuna ha querido testar a ChatGPT animándolo a crear un pequeño texto narrativo. Este ha sido el resultado: 

¡Buenos días! Por supuesto, aquí tienes una historia titulada «Ecos del Mañana»: 

En el año 2150, la humanidad se había transformado en una sociedad futurista y tecnológicamente avanzada. Los rascacielos se alzaban hacia el cielo, y las ciudades brillaban con luces de neón y hologramas que bailaban en el aire. En este mundo de maravillas tecnológicas, vivía Isabella Kellan, una mujer cuya mente inquisitiva y corazón valiente la llevaban a explorar los límites de lo que la tecnología podía ofrecer. 

Isabella era una científica brillante que se especializaba en inteligencia artificial y neurotecnología. Su pasión era comprender cómo los cerebros humanos interactuaban con las máquinas y cómo podían fusionarse para mejorar la vida de las personas. Su laboratorio estaba lleno de dispositivos futuristas y pantallas holográficas que mostraban las complejas conexiones entre la mente humana y las máquinas que había creado. 

Un día, mientras trabajaba en una interfaz cerebral revolucionaria que permitiría a las personas experimentar el mundo virtual de una manera nunca imaginada, Isabella hizo un descubrimiento sorprendente. Mientras estaba conectada a la interfaz, experimentó una visión de un mundo distante y desolado, donde la tecnología se había descontrolado y la naturaleza había sido devastada. Esta visión la dejó desconcertada, preguntándose si podría ser una advertencia del futuro. 

Decidida a descubrir la verdad, Isabella se embarcó en una búsqueda para entender la conexión entre su visión y la realidad. A medida que profundizaba en sus investigaciones, descubrió que un grupo secreto de individuos poderosos estaba utilizando la tecnología de manera destructiva, ignorando las advertencias sobre los peligros que conllevaba. 

Con valentía y determinación, Isabella se unió a un grupo de resistencia compuesto por hackers, científicos y rebeldes tecnológicos. Juntos, lucharon por desvelar la verdad oculta detrás de los avances tecnológicos y exponer los planes de los poderosos. Mientras tanto, Isabella continuó explorando su conexión con el mundo devastado que había visto, buscando respuestas en las fronteras mismas de la realidad virtual y la conciencia compartida. 

La batalla final se libró en un enfrentamiento digital épico, donde Isabella y sus aliados utilizaron su ingenio y habilidades para contraatacar el control tecnológico y restaurar el equilibrio entre la humanidad y la naturaleza. A medida que los sistemas de control se desmoronaban, Isabella experimentó una vez más la visión del mundo desolado, pero esta vez con un giro esperanzador: la naturaleza renacía, y la tecnología se integraba armoniosamente para mejorar la vida de las personas sin dañar el planeta. 

La historia de Isabella Kellan se convirtió en una leyenda que se transmitía de generación en generación, recordando a la humanidad que el avance tecnológico debe ir de la mano con la responsabilidad y el respeto por la naturaleza. Su valentía y determinación no solo habían salvado el mundo del futuro, sino que habían inspirado a las personas a abrazar un camino más equilibrado y sostenible hacia el mañana. 

¿Qué os parece? ¿Creéis que la IA podrá sustituir a los autores? Déjanos tu opinión.