En anteriores entradas hablamos sobre cómo las organizaciones están dando un giro hacia la RSC, dejando de lado lo que entendemos por Socialwashing. Esta diferenciación viene marcada por la manera en la que se aplican estos cambios dentro de la organización. Es decir, cómo la empresa aporta, tanto interna como externamente, a la causa que decide emprender. En este sentido, el Observatorio Ocare-Medialuna detectó ciertas tendencias empresariales similares entre los candidatos de esta entrega; pero ¿cuáles son?
Aportar, cambiar, mejorar
Las organizaciones que se presentan a los premios Ocare-Medialuna, por lo general, tienen algo en común: aportan con hechos tangibles a la causa social, cambian internamente en consecuencia y mejoran, a lo largo del tiempo, la sociedad con sus iniciativas. Cuando hablamos de “aportar”, no hablamos de dinero, donaciones o patrocinios, nos referimos a una contribución que trasciende lo material, pero que ayuda a la causa a avanzar. El Observatorio Ocare-Medialuna señala que las empresas responsables se caracterizan por contribuir, desde el conocimiento, a la causa o problema social que deciden abanderar. Un estudio analítico es necesario para aclarar las consecuencias futuras y gravedad de una situación que se desea mejorar. Esto no quiere decir que las organizaciones no inviertan dinero y reputación en estas campañas, todo lo contrario.
Tendencia hacia una mayor implicación
Estos estudios requieren de los servicios de equipos e instituciones cualificadas que, en la mayoría de los casos, se contratan de manera externa. Estos datos y lo que es más importante, las conclusiones que se extraen de ellos, siempre aportan, ya sean soluciones o señalar un problema que había pasado desapercibido, pero siempre suman. Este conocimiento debe verse traducido en un cambio interior, no solo se debe actuar de cara a la sociedad, se deben implementar acciones que respondan a las necesidades que los datos han puesto al descubierto. En esto, el Observatorio Ocare-Medialuna registra una tendencia de las empresas hacia una mayor implicación; estas, año tras año, presentan más candidaturas. Este esfuerzo por ejemplificar el cambio de la sociedad se traduce en resultados, en impactos, en mejoras.
Efectos duraderos
Avanzar como sociedad es un hecho comprobable siempre y cuando esos cambios se mantengan y observen con el paso del tiempo. Si una organización emprende una acción de RSC para un momento determinado, buscando resultados inmediatos, y no con la perspectiva y exigencia que necesita el futuro, no estamos hablando de RSC. Los efectos de esa acción tiene que perdurar en el público ya sea interno o externo. La Responsabilidad Social Corporativa no es una acción puntual, es un avance, un cambio, un proceso. De no ser entendido y ejecutado así, la sociedad podrá entender la campaña como entiende las adaptaciones de la marca en fechas puntuales: Socialwashing.
Hacia el futuro desde el conocimiento
Si hay algo en lo que se puede mejorar a nivel general, en la experiencia del Observatorio Ocare-Medialuna, es en el concepto en el que se transmite esta información. Esa es la tendencia empresarial, informar en vez de compartir. El equipo de Ocare-Medialuna comenta que, en el momento que cerraron la inscripción y empezaron a analizar y valorar las campañas, entendieron que tenían entre sus manos un material que trascendía una gala de premios. Toda esa información, tratada como tal, puede dar para una valoración cualitativa de una campaña, pero no tendría mucho más recorrido.
El equipo de Ocare-Medialuna entiende el material que recibe como un conocimiento que se debe compartir con la sociedad y muy especialmente con los profesionales de la comunicación. La RSC traduce sus resultados en hechos, no en reconocimientos, pero los premios y el equipo de Ocare-Medialuna seguirán difundiendo la inmensa labor de sus participantes. Reconociendo sus campañas como una aportación necesaria, un cambio en las tendencias empresariales y un compromiso por mejorar la sociedad desde el ejemplo.