¿Sabes por qué leer es uno de los mejores ejercicios para ejercitar la mente? ¿Y sabes que la capacidad lectora de una persona, su fluidez y su velocidad para entender un texto en diversos niveles, se puede entrenar? Por eso existen distintos tipos de lectores, porque el cerebro es como un músculo. Solo depende de cada cual progresar en su calidad de lectura.
Los lectores empedernidos
Este es el gran ejército lector, y entre sus filas incluyo por igual a los aficionados al papel y a los dispositivos electrónicos. Leer es una actividad muy entretenida, que hace volar la imaginación e incrementa nuestra cultura. A diferencia de la pasividad que implicar mirar imágenes en una pantalla, el cerebro requiere una intensa actividad para traducir un texto a pensamientos, por lo cual leer es un ejercicio extraordinario para fortalecer nuestra materia gris y mantener a raya las enfermedades degenerativas.
Los lectores habituales, con una rutina obsesiva, tienden a devorar libros y a ser capaces de juzgar con certeza una obra, una vez consumidas las primeras páginas. Ellos emiten unas opiniones veraces, dignas de conocer, que se basan principalmente en las emociones. Prescinden de realizar ningún análisis sobre lo que están leyendo y hacen bien. A alguien que lee para pasar un rato agradable, no le interesan los detalles técnicos por los que una obra le gusta o le disgusta. Prefiere quedarse, por voluntad propia, en el nivel emocional de la lectura.
Los escritores, artistas de las letras
Los escritores, primero, han sido grandes lectores y continuarán siéndolo toda su vida. Impulsados por la urgencia de lanzar su mensaje en letras de molde, los escritores han aprendido a través de los años los secretos de los textos. Un escritor debe permitir que entre sus líneas asomen sus sentimientos y los de sus personajes, y que sean creíbles. No le queda más remedio que dominar el nivel formal de los textos, la parte técnica, el “cómo se hace”.
Pero cualquier autor luchará por desarrollar su propio estilo, su voz personal a través de la cual pretende hacerse oír. El estilo de un escritor es su posesión más preciada, el recurso que le da de comer si consigue un número suficiente de seguidores. Por tanto, cada escritor se encuentra centrado en su propia escritura, con una tremenda implicación emocional. Es la causa de que, en ocasiones, los escritores no sean demasiado buenos como lectores juzgando lo que ellos mismos hacen. La causa de que a veces, los escritores precisen la ayuda de un tercero para salir de un atasco o para mejorar su creación.
Los editores, el ojo experto
No hay ningún editor que no sea, aparte de un lector empedernido, un escritor en potencia. Los editores también conocen los secretos de los textos, otro tema es que deseen o puedan inventar historias o sentarse a contarlas. Un editor trabaja a diario valorando el aspecto emocional y formal de diferentes narraciones, sin la implicación emocional que dificulta la labor de los escritores. El editor aplica la técnica por rutina y valora continuamente páginas ajenas y de autores que van cambiando. Un ejercicio que le convierte en una referencia muy fiable para opinar sobre una obra y corregirla en cierta medida si es necesario.
¿Por qué creéis que los escritores tienen editoriales favoritas? No es solo por las condiciones económicas, sino también por la sintonía con los editores, sin lo cual es imposible trabajar. El editor funciona para el escritor como un lector experto, que sabe analizar a fondo. No deja de ser curioso que al final, en el universo de los libros, lo más importante en cada etapa del escalafón, sean los lectores. ¡Bendita lectura, que tanta dicha nos das!