Medialuna Editorial

El libro como herramienta de comunicación

Ya sea este una biografía, un poemario o una novela histórica, todo libro es, fundamentalmente, una herramienta de comunicación. Los contenidos y el lenguaje empleado pueden abarcar un espectro tan amplio como la experiencia humana, tan variado como permita el ingenio de su autor pero, en el fondo, el propósito siempre es el  mismo: compartir ideas, transmitir conocimiento. La edición de un libro corporativo es, por lo tanto, una de las estrategias más eficaces que una empresa puede adoptar para llegar hasta su público objetivo. Si el marketing de contenidos consiste en crear y distribuir contenido relevante para clientes (y clientes potenciales) con el propósito de atraerlos y establecer conexiones con ellos, la plasmación de este contenido de interés en un objeto físico de reconocido valor es una de las maneras más eficaces de implementar esta estrategia y rentabilizar al máximo la inversión realizada.

Las ventajas del libro frente a otras publicaciones empleadas en el marketing de contenidos radican fundamentalmente en la mayor credibilidad que transmite y la especial naturaleza de los vínculos que ayuda a establecer con el cliente. Es importante destacar también la eficacia de contar con un libro publicado a la hora de diferenciarse de la competencia y posicionarse como autoridad de referencia en el sector. Una obra impresa es —a diferencia de una entrada en un blog o una publicación en redes sociales—, un elemento perdurable con el potencial de acompañar al cliente a largo plazo, siempre que su contenido sea relevante y su presentación idónea.

Por ello, para obtener un buen resultado es imprescindible que la publicación se elabore profesionalmente siguiendo unos criterios de calidad estrictos, tanto desde el punto de vista de la producción editorial como de la comunicación, que es al fin y al cabo el objetivo de la obra. En el sector editorial, como en el de la comunicación, hacer las cosas a medias es mucho peor que no hacerlas. Pero, cuando se hacen bien, la calidad del resultado es en sí misma una recompensa.