En 2019 herramientas como Zoom, Google Meet o Microsoft Teams estaban muy desarrolladas, integradas por defecto en nuestros dispositivos, pero no sabíamos lo importantes que iban a ser durante los años siguientes, ni el potencial que tenían esas nuevas vías de comunicación. Hoy, aunque el contexto pandémico esté cerca de desaparecer, hemos cambiado la manera de entender las relaciones humanas para siempre, y los eventos híbridos son prueba de ello.
El ámbito profesional también tuvo que adaptarse a este gran cambio, demostrando que se pueden mantener reuniones importantes, realizar proyectos sincronizados con un equipo, contabilizar la productividad de los trabajadores y, lo más importante, ser eficientes desde casa. Al terminar los confinamientos, muchas de estas herramientas permanecieron en nuestra rutina. Las distancias entre profesionales empezaron a medirse en solapamientos de sonido, conexiones caídas, cámaras apagadas o documentos con poca resolución; los kilómetros ya no importan. La inmediatez característica de esta era se extendió hasta nuestro puesto de trabajo, mejorando su accesibilidad y rendimiento, pero dejando otros factores igual de importantes un poco olvidados.
Es cierto que muchos trabajos técnicos pueden realizarse desde cualquier lugar con el equipo necesario, pero otros necesitan una cercanía material para exprimir todas sus capacidades. La presencia de un intermediario, aunque sea como soporte, deja espacios en la comunicación que no pueden ser cubiertos; no surge un debate posterior a la salida de una reunión por Teams, no sigue madurando la idea de manera colectiva. Si la tecnología en vez de intermediar, nos acercase a la fuente, estaríamos creando una esfera compartida en la que la distancia, tanto física, profesional, mediática e incluso institucional, se acortaría hasta crear un clima de confianza y cooperación directa.
En Medialuna creemos en este tipo de espacios y tratamos de exportar este modelo en cualquier evento comunicativo que gestionamos. En nuestro afán por acortar distancias, configuramos un espacio en el que multinacionales, sindicatos, instituciones, profesionales especializados, prensa, asociaciones no gubernamentales, bancos e incluso estudiantes, puedan tratar temas de actualidad con sus representantes en el Parlamento Europeo. Creemos en una comunicación bidireccional, espontánea, en la que el objetivo no sea otro que trazar puentes entre diferentes segmentos de la población, para que puedan compartir sus inquietudes y conocimientos en un entorno en el que la confianza sea perceptible a los sentidos.
Durante los últimos tres años, el ciclo de debates Conversando con Europa organizado por Medialuna para la Oficina del Parlamento Europeo puso en contacto a miles de representantes de diversos grupos de interés con diputados españoles en el Parlamento Europeo. Recientemente, han participado las eurodiputadas Izaskun Bilbao y Pilar del Castillo, y Jaume Ducht Guillot, Portavoz y Director General de Comunicación del Parlamento Europeo. En estos eventos se han razonado los retos y desafíos de la UE en el ámbito de la digitalización, el transporte y la comunicación bajo una atmósfera de cooperación creada por una diversidad de perfiles muy amplia.
Tenemos muy en cuenta que el factor humano a veces no puede transmitirse por una pantalla, por eso Medialuna también se especializa en eventos presenciales e híbridos, que aúnan la experiencia completa de un evento presencial, con la accesibilidad que ofrecen las nuevas tecnologías. Este es el caso del ciclo de eventos híbridos Europa invierte en mi región, celebrados en distintas ciudades españolas y retransmitidos simultáneamente vía streaming.
Medialuna permite a la sociedad conocer mejor a las organizaciones que sustentan su estilo de vida, dar testimonio a mensajes que merecen ser imperecederos, ganar confianza para comunicarse con nuestro entorno, e incluso, conversar con Europa.