Isabel Garzo (Madrid, 1984) es licenciada en periodismo y trabaja como directora de comunicación. Colabora en la revista Yorokobu con artículos sobre gramática, arte, diseño, cultura, productividad y creatividad, entre otros temas. En abril de 2013 presentó ante la prensa su novela Las reglas del olvido, editada por LoQueNoExiste. Hoy nos cuenta su experiencia, y cómo Medialuna contribuyó a convertir aquel momento en un recuerdo tan especial.
¿Cómo comenzó tu relación con LoQueNoExiste? ¿Qué te impulsó a querer trabajar con esta editorial?
Cuando terminé de escribir mi novela y comencé a buscar editoriales, me llamó la atención el nombre de LoQueNoExiste. Pensé que podía significar muchas cosas: podía referirse a que era una editorial interesada en publicar libros que no se parecían a ningún otro (es decir, que «no existiera» nada parecido hasta el momento). O podía referirse a las cosas que parecen no existir porque no se ven, pero que son perceptibles para algunas mentes. En cualquier caso, y sea cual sea el motivo de la elección del nombre, consiguió despertar mi curiosidad y les hice llegar el manuscrito. Me pareció, además, que era asequible y facilitaba especialmente el contacto, lo cual es de agradecer cuando uno se halla en un proceso con tantas puertas cerradas.
¿Cómo viviste el proceso de edición de Las reglas del olvido?
Fue un proceso muy bonito. Recuerdo con especial cariño la primera reunión con Mercedes Pescador, porque me sorprendió mucho que hubiera empleado tanto tiempo en leer con sumo cuidado mi novela. Lo que durante los últimos dos años había formado solo parte de mi intimidad estaba entonces en manos de otra persona que, además, lo había entendido a la perfección y lo había recibido con una gran sensibilidad. Me sentí muy afortunada.
Después vinieron las correcciones, maquetación, diseño de cubiertas, etc. A mí todo ese proceso me gusta mucho, y agradecí la libertad que me dio la editorial para tomar decisiones. Por ejemplo, me permitieron hablar con un ilustrador que me gustaba para incluir una ilustración suya en la portada, un amigo mío diseñó las cubiertas, otro me hizo la foto… Que fueran flexibles en todo eso hizo que el libro me representara aún más. Sé bien que no es lo habitual que el autor se involucre tanto en esos aspectos de la publicación.
¿Qué destacarías de tu experiencia en el lanzamiento de la novela? ¿Qué recuerdas con más cariño?
La editorial se volcó en el lanzamiento. El libro tuvo tres presentaciones oficiales: una para prensa (que se realizó en un lugar que se llamaba precisamente El olvido), y dos para el público general (uno en La casa del Libro y otra en El Corte Inglés). La editorial contactó con la cantante Conchita para que nos acompañara el día de la presentación a prensa. Yo, por mi parte, contacté con la actriz Elena Anaya que, sin conocerme de nada, accedió a leerse la novela en tiempo récord y, después, a acompañarnos también ese día. Las dos artistas convirtieron el evento en algo muy especial gracias a sus bellas palabras hacia la novela. Conchita cantó con su guitarra una canción que hablaba del olvido. ¡Fue uno de esos días que querría que duraran para siempre!
Como autora, ¿qué valor añadido consideras que Medialuna aporta a LoQueNoExiste?
Es muy positivo que la editorial tenga detrás a Medialuna, porque la publicación y promoción de un libro requiere de muchas de las tareas propias de una agencia de comunicación: envío de notas de prensa a medios, organización de eventos, promoción digital… Llevo siete años trabajando en comunicación y no me cabe duda de que tener «en casa» a profesionales que pueden encargarse de todo eso facilita mucho las cosas y hace que todos trabajemos alineados.